El término anglosajón Home Staging se acuñó en los EEUU en la década de los 70 como técnica de marketing en la comercialización de productos inmobiliarios. Si bien se trabaja con el espacio interior, no se puede definir expresamente de interiorismo, ya que es una técnica de decoración de interiores pensada para vender el producto, en este caso principalmente una vivienda.
Los Diseñadores de Interiores que realizan trabajos de Home Staging visitan el inmueble para reforzar y poner en valor las cualidades que con el uso cotidiano el usuario/propietario llegan a pasar desapercibidas, o simplemente no es lo suficientemente objetivo para eliminar una decoración excesivamente personal.
De esta forma, la primera impresión de compradores siempre será positiva, pues muchos de ellos descartan los inmuebles que no les gustan en un primer vistazo. Así mismo, se evitarán negociaciones y rebajas innecesarias en el precio solicitado por no tener en perfecto estado el inmueble.
En España esta técnica se ha utilizado especialmente en las promociones inmobiliarias que contaban con los denominados “pisos piloto”, que permitían al futuro adquiriente tener una idea clara y real de como iban a quedar los espacios y el mobiliario en el inmueble. Pero la actual crisis inmobiliaria ha propiciado una desbordada oferta de inmuebles y una elevada competencia en su comercialización, sin olvidar unos clientes cada vez más exigentes, lo que resulta que no sólo empresas promotoras, si no que cualquier persona interesada en vender su vivienda, empiece a solicitar los servicios de Home Staging.
El Home Staging no trata de la reforma interior del inmueble, error en el que caen la mayoría de las empresas que dicen ofrecer este servicio, y que al final provocan el recelo de su petición por clientes. Si actualmente la mayoría de las ventas se realizan por internet, y las fotografías que muestran el inmueble deben ser el reflejo del ambiente y espacio que se puede conseguir, el objetivo del Home Staging es justamente esa imagen.
Por ello, este tipo de empresas más que ofrecer “servicios adicionales” de albañilería, deben facilitar el alquiler de mobiliario, la optimización de iluminación y, a lo sumo, la posibilidad de realizar operaciones de pintura. La mejora de la imagen final a través del Home Staging no pasa por la reforma integral de la vivienda.