En este proyecto, Laura ha enfocado su historia en aquellos animales que se encuentran en peligro de extinción. Concretamente, se centra en la iguana debido a la severa disminución en su especie, a causa de la caza furtiva durante la última década.
La adaptación del proyecto hacia un público infantil, condicionó el proyecto con la elección de un papel resistente y duradero que a su vez permitiese adentrarse en la historia.
Para la elaboración del formato físico, Laura utilizó un 'papel cyclus' reciclado de 300 gramos, tanto en los plegados como en las páginas del libro, que otorgan una textura seria y sobria que se contrarrestan con la presencia abundante de colores.
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