A la hora de diseñar un juguete de madera, a María Py Balcázar de 1º de Diseño de Producto la imagen que se le proyectaba en la mente era como algo anticuado y tedioso, partir del juego y la diversión le pareció esencial para cambiar su propia perspectiva sobre este material.

Intentando evitar desde el principio que su juguete se convirtiera en uno de los que hay que admirar y no usar, ha intentado utilizar, en esta madera, formas más acordes con nuestro tiempo. Para ello la investigación de las líneas de juguetes actuales, y la observación de los niños jugando le ha resultado esencial.

Para su propuesta María ha diseñado una tabla curva para ejercitar el equilibrio, transformable en varios juguetes a la vez. Consta de diferentes piezas intercambiables, que le otorgan versatilidad y transforman un juguete sencillo en un mundo de posibilidades.

Su pieza principal es una tabla curva de madera laminada, con siete perforaciones que la atraviesan transversalmente, donde se podrán acoplar las diferentes piezas. Consta, además, de dos listones de madera con una perforación en su centro, preparada para acoplarse a la tabla principal a través de unos tornillos y tuercas aptos para uso infantil, y en cuyos extremos se sitúan dos ruedas. Asimismo, dispone de dos agarraderas/respaldo curvo, con forma de óvalo hueco, cuya unión a la tabla principal será a través del mismo tipo de sujeción mencionada anteriormente.

En su posición primera, con los extremos hacia arriba, la curva de la tabla ofrece diferentes niveles de dificultad para mantenerse encima balanceándose de un lado a otro. Al darle la vuelta, con los extremos hacia el suelo, se colocan las ruedas en los extremos del lado cóncavo, y las agarraderas en la parte superior o lado convexo, convirtiéndose de esa forma en un vehículo o corre pasillos de tracción motriz. En esta posición podrán engancharse varios a través de cáncamos fijos colocados en las líneas anterior y posterior, para poder formar una suerte de tren.