Para este proyecto, RELAX EN MOVIMIENTO, los estudiantes tenían la tarea de rediseñar mobiliario urbano, teniendo en cuenta la tecnología y la problemática de vivir en una gran ciudad. El ritmo de vida es cada vez más rápido, los tiempos de ocio y descanso menores, y la eficiencia y productividad han cobrado importancia, lo que hace necesario que los productos de uso diario aumenten nuestro confort y nuestra calidad de vida.

La existencia de mendigos y vagabundos en las calles de las ciudades es un fenómeno con largo alcance histórico, pero la tipología moderna de persona “transeúnte” o “sin hogar” tiene su antecedente en los “hobbos” norteamericanos, aquellos hombres que iban de ciudad en ciudad construyendo el ferrocarril de los EEUU, hace más de un siglo. La velocidad de los cambios tecnológicos y sociales también ha tenido su correlato en el cambio de las personas que nos encontramos por la calle, durmiendo, limosneando… Tenemos en la actualidad otro tipo de realidad mucho más compleja: mujeres, jóvenes, familias monoparentales, con problemas de drogadicción, afectivos, de enfermedad mental, física, inmigrantes laborales…

Frente a todo esto la conclusión que obtiene María es que los pasos para proteger a este grupo eran fortalecer su salud física y mental a través de un descanso de calidad, zonas de aseo personal, y formación laboral a través de prácticas inclusivas, en las que ellos ganaran esa sensación de ser útiles y pertenecientes a la sociedad. Ser respetados, escuchados, sentirse merecedores de unas condiciones dignas, contar con el apoyo de la sociedad.

Aunque el problema es tan profundo que se escapa de este proyecto, María colabora en mejorar un aspecto importante de su situación focalizando su diseño en el descanso y la sensación de seguridad. Para ello diseña una tienda individual, portátil, con esterilla incluida en su estructura, hinchable, fácil de usar y segura.