Ponte en mi piel es una colección basada en la cultura skinhead, derivada del punk. Nació en Gran Bretaña a finales de los años 60, gracias a los jamaicanxs que emigraron hasta allí.
Los pilares de esta subcultura son: conciencia de clase obrera, música y oposición al pacifismo del movimiento hippie.
Cuando nació la banda de música Skrewdriver, la extrema derecha hizo suyo el movimiento, apropiándose de su estética y otorgándole unos valores totalmente distintos a los iniciales. De ahí su radicalización, para que los verdaderos skinheads pudieran diferenciarse de los “boneheads” neonazis.
Posteriormente, se ha relacionado con el ámbito del fútbol, y en concreto, con los hooligans.