El sector de la restauración está al alza, es un hecho. Cada vez nos gusta más compartir momentos y experiencias mientras nos alimentamos y un claro ejemplo de ello es la cantidad y variedad de restaurantes que encontramos en nuestro entorno.

Para poder diferenciarse de la competencia los restaurantes apuestan por diseños en el interior que consigan sorprender a los comensales y generen una sensación de bienestar y confort. Aún así, a veces esto no es suficiente

¿Cómo podríamos sorprender a los clientes de forma periódica?

Esta pregunta está conectada directamente con la petición de un restaurante móvil, que se les hizo a nuestras estudiantes para rediseñar por completo el interior de un restaurante, ubicado en el distrito granadino más populoso, hablamos del Zaidín.

Inés Manzano, estudiante de 4º curso en el Grado Oficial en Diseño de Interiores, propuso como respuesta a esta pregunta el diseño de un interior con partes móviles e intercambiables.

¿Cómo lo hizo?

Partiendo de otro requisito: realizar un diseño que fuese franquiciable. Inés estructuró la cocina, barra y terraza sobre contenedores marítimos, dándoles la capacidad de transportarse en camión si fuese necesario, disfrutando así de la experiencia en cualquier lugar.

Las posibilidades no son sólo estas, sino que además es posible intercambiarlas entre varios locales, cambiando los utensilios y adaptándose a los distintos tipos de cocina como pueden ser mexicana, tradicional, japonesa, en función de la especialización del restaurante.

Este enfoque permitió a Inés satisfacer las necesidades solicitadas en el encargo del restaurante, dándole flexibilidad a la vez que la capacidad de innovar periódicamente. Un claro ejemplo de diseño centro en el usuario.