Para este proyecto de interior en movimiento, BLAME, se nos pidió intervenir en un avión.

Trata de una cárcel para extraditar presos a otros países “ por el aire”, esta carcel cuenta con una gran seguridad, las celdas dotan de las unidades mínimas necesarias. Y un mayor confort para el personal de seguridad, para así poder pasar el tiempo necesario en el avión ya que esta calificado para ello. Incluso, se podran realizar visitas puesto que habra tres entradas exteriores principales de alta seguridad: Una independiente para las habitaciones de los agentes, otra para el área de vigilancia, por donde accederán los visitantes, desde ahí los observarán a traves de la pared de vidrio y una ultima puerta por donde subiran los reclusos acompañados.

El entorno se zonifica mediante colores, debido a su significado. Se optara por el color rosa para la zona de presos, ya que transmite tranquilidad y para la zona de los agentes, el naranja debido a las características que aportan como es la energía y el equilibrio.

El primer elemento que divide estas zonas es una pared de vidrio con tiras de led, que ocultarán las juntas de dichos vidrios, y emitirán colores los cuales determinan los horarios de estos reclusos. En la zona de vigilancia encastrado en el suelo de microcemento se ubicara la misma luminaria anterior, estas se alimentaran con una batería en la que por cualquier situación quedará iluminado el avión.

En resumen, con este proyecto se hace un guiño a la culpa que estos reclusos cargan en ellos.