Mi movilidad Erasmus+ para estudios en Sicilia: Ángela Aguilera, ESADA
Ángela Aguilera, alumna del 3er. curso de Diseño Gráfico en ESADA
Movilidad Erasmus+ para estudios en ACCADEMIA ABADIR en Catania (Sicilia, Italia) desde octubre 2023 a febrero 2024.
Definiría mi movilidad Erasmus como una experiencia inolvidable. Después de vivir los que se han convertido en los 5 meses más intensos y enriquecedores de mi vida solo puedo darme las gracias a mí misma por tomar esta decisión y a todos los que han formado parte de ella.
Mi llegada y adaptación en Catania fue muy sencilla a pesar de ser mi primera vez sola en otro país. El estilo de vida en Sicilia no supuso un choque cultural muy grande, la gente es maravillosa y súper cercana y esto es algo que agradecí mucho. Además de ser una isla preciosa con un clima y unos paisajes increíbles.
He tenido la suerte de conocer a otros Erasmus de diferentes partes de España y diferentes países del mundo, desconocidos que con el tiempo se volvieron familia y que hicieron de esta una experiencia muy enriquecedora en la que vives y aprovechas al máximo cada momento cómo sí fuese el último.
Aunque sin duda lo mejor del Erasmus es la oportunidad que te da de viajar, descubrir lugares y países nuevos. Durante estos 5 meses he recorrido toda la Isla de Sicilia y visitado ciudades como Roma, Pisa, París, Budapest y Tirana. Países muy diferentes entre sí y de los que me llevo tantísima cultura y aprendizaje.
El 23 de Octubre de 2023 comencé el curso académico en ABADIR, una academia muy pequeñita con profesores encantadores y una metodología bastante similar a la de ESADA. Aunque no he podido disfrutar todo lo que me gustaría de ella ya que al encontrarse en un pueblo fuera de la ciudad hacía que llegar hasta allí fuese muy complicado.
Ahora, al reflexionar sobre estos meses que han pasado tan rápido me doy cuenta de que esta experiencia no solo hace que desarrolles internacionalmente tus estudios, sino que también te hace crecer y aprender muchísimo como persona. Te enseña que incluso los días malos forman parte del proceso, a apreciar la diversidad y abrazar lo desconocido. Aprendes que los pequeños momentos son en realidad los más grandes, a estar solo y a disfrutarlo. Te hace ser consciente de que el tiempo vuela y que podemos tener más de un lugar al que llamar hogar.
