Mi movilidad Erasmus+ para estudios en México: Helena Horrillo, ESADA

Helena Horrillo, alumna del 3er. curso de Diseño Gráfico en ESADA
Movilidad Erasmus+ para estudios en la UNIVERSIDAD DE MONTERREY en México desde enero a mayo 2025.
Todos dicen que un Erasmus te cambia la vida, y ahora que he vuelto, puedo decir que es verdad.
Mi Erasmus comenzó con mucha incertidumbre. Me fui sin conocer a nadie a México, a Monterrey, pero con unas ganas increíbles de aprovechar cada segundo de mi intercambio. Y así ha sido.
México me acogió desde el primer momento en que aterricé. He tenido la inmensa suerte de compartir esta experiencia con gente increíble: españolas unidas por un viaje inolvidable, que ahora son más hermanas que amigas. México es un país increíble. No tengo palabras para describir lo que he sentido durante estos meses, pero voy a intentarlo.
Si algo me llevo de México, es el amor que se respira en el ambiente. Está en todas partes: en la gente que te abre las puertas desde el primer instante, en quienes te lo dan todo incluso sin conocerte, en el respeto y cuidado con el que se comunican, en las risas fáciles, en lo cercanos y cálidos que son, y en la manera tan generosa con la que te muestran su mundo.
La universidad fue un auténtico sueño. Todo en la UDEM es perfecto. Las instalaciones son modernas, completas, con todo el equipo necesario —algo muy importante si estudias diseño—. Los profesores fueron atentos, apasionados, cercanos. El contenido académico fue súper enriquecedor, y las clases, dinámicas y divertidas. El ambiente universitario era tan vivo, con tan buena energía, que me encantaba ir a clase: ¡eso lo resume todo! Aunque estudio diseño gráfico, decidí escoger asignaturas de moda, y fue un acierto total. Aprendí muchísimo y disfruté cada clase y proyecto. Recomiendo de corazón escoger materias que realmente te inspiren.
Monterrey es una ciudad moderna y muy divertida. Hay mil planes por hacer, lugares preciosos, y una vida nocturna increíble; la fiesta allí es inmejorable. Los mexicanos hacen que todo sea aún más divertido y especial. La vida Erasmus es frenética: cada día hay algo diferente, nunca paras, y la rutina se convierte en una aventura constante. Te sientes más viva que nunca.
Al final del semestre, ya me sentía una mexicana más. Me había sumergido por completo en la cultura: comiendo elote en los puestos callejeros, tacos a todas horas, cantando corridos tumbados, saliendo con amigos mexicanos, bailando y viviendo cada momento con intensidad.
Tuve la suerte de viajar mucho con mis amigas, conociendo cada rincón posible del país. Pasamos por Ciudad de México, Querétaro, Oaxaca, Puerto Escondido… pero La Paz, en Baja California, nos robó el corazón. Sus paisajes parecen sacados de otro planeta: aguas turquesas y cristalinas junto a rocas rojizas, playas solitarias y paradisíacas donde no podíamos sentirnos más afortunadas. Un lugar que jamás olvidaré.
Cerramos esta etapa con un road trip por la Riviera Maya, la mejor forma de despedirnos. Recorriendo Cancún, Holbox, Tulum, Cozumel, Bacalar y mucho más. ¡Cada día era una nueva aventura, una postal viva, algo inolvidable! Me sentía inmensamente feliz de poder vivir todo eso.
México me ha dado tanto...
Me ha dado una nueva forma de ver la vida.
Me ha regalado amistades para toda la vida.
Me ha llenado de recuerdos que siempre llevaré conmigo.
Me ha enseñado otra manera de amar, de sentir y también de vivir.
Solo puedo decir: gracias.